ENTREVISTA A OLGA HERRADA
PRESIDENTA SUBDIRECTIVA CALDAS- SINTRACIHOBI
Hace cerca de dos semanas se levantó la movilización
de las madres comunitarias, que valerosamente reclamaron al Gobierno Nacional y al ICBF por la inoperancia en la atención a la infancia y el
maltrato laboral a las 58.000 madres comunitarias en quienes descarga esa atención.
El Colectivo Betsabé Espinel abre su espacio a Olga Herrada, presidenta de la
Subdirectiva Caldas de Sintracihobi- Sindicato Nacional de Trabajadoras al
Cuidado de la Infancia en Hogares de Bienestar para que nos explique a
fondo la situación.
Colectivo Bestabé Espinel CBE: ¿Cómo
nació el programa de madres comunitarias?
Olga Herrada O.H.: Como bien sabemos hace 28 años se crearon los
hogares comunitarios, en un momento en que el gobierno se quitó de encima esa responsabilidad
y la delegó a las madres comunitarias. En ese entonces, nunca preguntaron si
eran mujeres preparadas para atender niños y aun así decidieron que las madres
atendieran a los niños en sus casas.
Nota del Colectivo: Antes del programa de madres comunitarias, existían
los hogares infantiles con instalaciones equivalentes a las de un colegio, con
personal especializado y contratado de manera indefinida y con las prestaciones
de ley, estos programas fueron liquidados con la oleada neoliberal.
CBE: ¿Qué funciones cumplen las
madres comunitarias?
O.H.: En la actualidad una madre comunitaria se levanta a
las 4:00 a.m., porque a las 8:00 en punto debe tener todo hecho para recibir 12
niños: el desayuno, la fruta de las 10 a.m, el almuerzo, un algo que se les da
a las 2:00 p.m. y la fruta de las 4:00 p.m. Los niños están en un horario de 8:00
a.m. a 4:00 p.m. pero hay padres que trabajan en oficios varios, porque se
atienden los estratos más bajos y, por lo general, trabajan de manera informal
o es una madre cabeza de familia que
trabaja dos días o tres, un día aquí o allá, sin ninguna regularidad, por lo
que constantemente recogen los niños mucho más tarde, incluso hasta a las 7 de
la noche.
Aparte de tener a los niños se deben hacer
actividades como: el manejo de esfínteres, buenos modales, se les debe enseñar
a comer y masticar, también se les va quitando el tetero, actividades
pedagógicas: qué día es hoy, cómo está el clima, juegos, canciones, enseñanza
de os colores, anteriormente todo eso se hizo empíricamente porque la madre
comunitaria no tenía una capacitación, algunas compañeras con más experiencia
enseñaban a las más jóvenes.
C.B.E: ¿Qué tan preparadas están
ustedes para cuidar niños?
O.H: En el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, la bandera
de la primera infancia se volvió muy importante, porque vieron que de ahí se
podían percibir recursos y ayudas internacionales, pero había críticas por la
falta de preparación especializada de nosotras. Allí empezaron a implementar un programa paralelo al de las madres
comunitarias llamado “De Cero a Siempre”. A las madres comunitarias se les propuso
cambiarse al programa paralelo y a cambio de, aparentemente, mejores
condiciones económicas, pero no tenían ninguna estabilidad. En su momento, se
advirtió que el objetivo del Gobierno era acabar con el sindicato. Muchas
compañeras se fueron y hoy por hoy no tienen ninguna vinculación laboral.
Todo lo que
las madres comunitarias tenemos ha sido a través de la lucha. Inicialmente daban
cursitos muy limitados o capacitaciones en puestos de salud. Pero cuando se
organizó el Sindicato a nivel nacional, se le propuso al Gobierno en el pliego
de peticiones que nos dieran capacitaciones de calidad, con formación de
licenciatura en una universidad. En el año 2010 se obligó al Gobierno y al ICBF
a hacer convenios con el SENA y algunas universidades. Muchas compañeras se formaron como Técnico en Primera
Infancia del Sena y posteriormente se suscribió el convenio con la Universidad
Uniminuto en Chinchiná y algunas compañeras nos encontramos en 5° semestre de
formación profesional en pedagogía infantil. A través del convenio se logró más
del 50% de descuento en matrícula y se proyecta que en 2 o 3 años se oferte el programa en la ciudad
de Manizales.
C.B.E:¿Cuántos niños se cuidan
en cada hogar, con qué horario y cuanto les pagan por cada uno?
O.H: Cada madre tiene 12 niños, 2 menores de 18 meses y
en adelante niños de 2 a 4 años y 11 meses. A cada niño hay que tenerle papelería,
ficha técnica, su registro, estar pendientes
de todas las vacunas, crecimiento y desarrollo, peso y talla y estimulación en
plan casero. El horario, como se mencionó, es de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., pero
muchas veces se extiende hasta las 7:00 p.m. Inicialmente las madres comunitarias
recibían una bonificación muy baja por este cuidado, pero después de una lucha
grande se logró la remuneración con el salario mínimo con las prestaciones de
ley.
C.B.E: ¿Ustedes lucharon mucho
tiempo porque se les vinculara mediante contrato laboral pues eran “contratistas
independientes” ¿En qué va esa lucha?
O.H: Actualmente se recibe la remuneración de salario
mínimo con prestaciones de ley como en un contrato laboral, pero desde el
Sindicato se continúa exigiéndole al Gobierno Nacional la vinculación laboral
directa con el ICBF que es el verdadero
patrón, son los que controlan, abre y cierran los hogares.
C.B.E: La directora del ICBF ha
declarado a los medios de comunicación que la vinculación laboral de las madres
comunitarias está expresamente prohibida por la ley ¿Cuál es la posición del
Sindicato al respecto?
O.H: Lo que dice la ley es que se deben vincular
profesionales y a través de concurso de méritos. Con este panorama, muchas
madres no lo lograrían y el Gobierno ha dicho que sería una masacre laboral,
nosotras decimos que todo este tiempo de trabajo empírico de la madre
comunitaria y la experiencia de muchos años, y sin desconocer que hay que
estudiar, se debe homologar a la formación profesional, así mismo las madres hemos
expresado nuestra voluntad de formarnos profesionalmente y el Gobierno debe
buscar las alternativas para ello.
C.B.E: ¿Qué compromisos le han
conquistado al gobierno, que les han incumplido y que les falta?
O.H: Después de todos los logros obtenidos a través de
la movilización, como el salario mínimo, la formación, el cobro de servicios
públicos en estrato uno, el siguiente paso, que es el de este momento, es la
alimentación de los niños, porque hubo un revolcón nacional con los operadores
y la alimentación de los niños desmejoró enormemente, hay hogares comunitarios
donde les entregan una panela para toda la semana para 12 niños, por ello, en
la movilización de hace dos semanas se acordó con el Gobierno que se mejoraría
la calidad de la dieta de los niños y que se haría la gestión ante el
Ministerio de Hacienda para el faltante.
Otra de las exigencias pendientes, como ya se indicó,
es el contrato laboral directo con el ICBF.
Finalmente, hay una lucha respecto a los espacios
que exige hoy el Gobierno para el cuidado de los niños. Anteriormente, la casa
de la madre comunitaria podría ser de cartón o de esterilla y hoy por hoy les
exigen un espacio apropiado y las madres estamos de acuerdo con eso, le decimos
al gobierno que reconocemos que las habitaciones o viviendas pequeñas no son
aptas para la atención del niño, que necesita un buen espacio para su
integralidad, por eso le proponemos al Gobierno que no se le cierre el hogar
sino que se le colabore a la madre comunitaria y se generen las estrategias
para mejoramiento de vivienda.
C.B.E: ¿Cómo está organizado el
Sindicato a nivel nacional?
O.H: Sintracihobi es un solo sindicato con varias subdirectivas.
En el momento hay 58 mil madres comunitarias y la gran mayoría están
organizadas en el Sindicato a través de la subdirectiva.
C.B.E: Ustedes durante mucho
tiempo laboraron sin que las vincularan a la seguridad social en pensiones ¿Es
cierto que el gobierno les ofrece pensiones inferiores al mínimo legal?
O.H: Es cierto, es otra lucha que se está dando, las
madres comunitarias no son culpables de que el Estado no las haya afiliado a
una pensión y por esta razón empezamos a exigirle al gobierno y al ICBF,
pensión para las madres comunitarias pero la ley no permite pensionar sin todas
las semanas cotizadas. Por ello, propusieron un bono pensional que es
prácticamente un bono del adulto mayor, que consiste en que, dependiendo de los
años de trabajo, se les reconoce una suma de dinero, con 20 años de trabajo se
les ofrece 400 mil pesos cada dos meses. Pero la madre no puede tener más
propiedades que su casa y si el esposo es pensionado o tiene otros ingresos no
puede obtener el bono pensional.
El sindicato se ha opuesto radicalmente a eso porque
las madres comunitarias merecen su pensión como lo merece un obrero, un senador
o un presidente. Además porque las madres comunitarias son trabajadoras hace
más de 25 años.
C.B.E ¿Qué es un operador?
O.H: Ellos dicen que las madres comunitarias y los
hogares pueden ser administrados por ONG, cooperativas, cajas de compensación a
través de un contrato. En Manizales el principal operador es Coasobien que
lleva varios años con este contrato. Los operadores administran todo el dinero
para los hogares y la alimentación de los niños; de ahí que la alimentación no sea de calidad
y las trabajadoras tengan una gran
presión laboral. El ICBF se hace de la vista gorda y no le interesa nada de
eso, estos contratos son una fuente de corrupción y de tráfico de influencias,
es mucha politiquería. El operador recibe el dinero y ahí garantiza la
alimentación y el salario de las madres comunitarias, por ello muchos operadores
compran lo mínimo y lo más barato. El Estado lo sabe, pero les importa más el
negocio politiquero que los niños y que las madres El año pasado Caldas reprobó
en la alimentación de los niños porque los presupuestos que se usan no se usan
como deben ser: por ejemplo el almuerzo de un niño puede ser: sopa de arroz con
espaguettis, que es harina con harina, no hay criterios de nutrición, ahí se
está luchando con el ICBF para hacer una minuta adecuada para los niños , esto
es lo que más preocupa a las madres en este momento, la alimentación de los
niños.
C.B.E ¿Qué responden Ustedes a
las acusaciones de la directora del ICBF quién afirma que Ustedes atentan están
atentando contra la niñez?
O.H: Primero que todo y con todo respeto, ella esta
puesta por política y cuando no hay vocación no tiene nada que estar haciendo
ahí. Es muy fácil hablar desde allá. Las madres comunitarias amamos nuestra
labor por eso estamos aquí y queremos a nuestros niño que son niños son muy
vulnerables, son como una plastilina, como una pizarra donde uno puede dibujar
y formar. Sería muy bueno que a la directora le tocara trabajar por un día como
madre comunitaria y conociera la labor tan importante que nosotros hacemos con
la infancia.
C.B.E ¿Cómo ven el apoyo que
ustedes, como madres comunitarias, prestan a las madres de los niños para que
ellas puedan trabajar y hacer otras actividades?
O.H Nosotras en nuestro trabajo tenemos algo que se
llama escuela de padres. Nosotras hacemos un censo entre los 12 niños y se mira
si hay niños con problemas de la casa, agresividad, malas palabras,
desobediencia. Siempre se deben mirar las condiciones familiares de los niños.
En la escuela de padres se prepara un tema afín a lo que se ve en los niños y
se reúnen los padres 2 horas para darles una charla de tantas situaciones
familiares que se les pueden presentar. No solo somos madres comunitarias,
somos trabajadoras sociales, psicólogas, pedagogas que prestan todo tipo de
apoyo a las familias.
C.B.E ¿Qué mensaje le deja usted a la sociedad
colombiana sobre la labor de las madres comunitarias”
O.H Las madres comunitarias estamos conscientes del
trabajo tan importante que cumplimos en la formación de los niños y con ellos
es nuestro compromiso, estamos orgullosas de aportar nuestro granito de arena
en la construcción de país y esperamos que a estos niños les toque una realidad
mucho mejor que la que nos tocó a nosotros.
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