Colectivo Betsabé Espinel

El colectivo Betsabé Espinel está conformado por mujeres y hombres que luchamos por la creación de las condiciones materiales, legales y culturales para que la mujer pueda desplegar sus cualidades y ejercer sus derechos.

Consideramos que la exigencia de políticas públicas necesarias para el avance significativo de los Derechos de la Mujer debe estar aunada a la exigencia de que nuestro país decida su destino sin la injerencia económica y política foránea, que hoy nos impone las políticas neoliberales, en este sentido, consideramos que las condiciones económicas actuales, castigan a toda la población colombiana pero en mayor medida a las mujeres.

Igualmente, propendemos por la solución democrática y civilizada de las controversias sociales, y condenamos el uso de la violencia.


domingo, 24 de abril de 2016


ENTREVISTA A OLGA HERRADA

PRESIDENTA SUBDIRECTIVA CALDAS- SINTRACIHOBI


Hace cerca de dos semanas se levantó la movilización de las madres comunitarias, que valerosamente reclamaron  al Gobierno Nacional y al ICBF por la  inoperancia en la atención a la infancia y el maltrato laboral a las 58.000 madres comunitarias en quienes descarga esa atención. El Colectivo Betsabé Espinel abre su espacio a Olga Herrada, presidenta de la Subdirectiva Caldas de Sintracihobi- Sindicato Nacional de Trabajadoras al Cuidado de la Infancia en Hogares de Bienestar para que nos explique a fondo  la situación.

Colectivo Bestabé Espinel CBE: ¿Cómo nació el programa de madres comunitarias?


Olga Herrada O.H.: Como bien sabemos hace 28 años se crearon los hogares comunitarios, en un momento en que el gobierno se quitó de encima esa responsabilidad y la delegó a las madres comunitarias. En ese entonces, nunca preguntaron si eran mujeres preparadas para atender niños y aun así decidieron que las madres atendieran a los niños en sus casas.

Nota del Colectivo: Antes del programa de madres comunitarias, existían los hogares infantiles con instalaciones equivalentes a las de un colegio, con personal especializado y contratado de manera indefinida y con las prestaciones de ley, estos programas fueron liquidados con la oleada neoliberal.

CBE: ¿Qué funciones cumplen las madres comunitarias?


O.H.: En la actualidad una madre comunitaria se levanta a las 4:00 a.m., porque a las 8:00 en punto debe tener todo hecho para recibir 12 niños: el desayuno, la fruta de las 10 a.m, el almuerzo, un algo que se les da a las 2:00 p.m. y la fruta de las 4:00 p.m. Los niños están en un horario de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. pero hay padres que trabajan en oficios varios, porque se atienden los estratos más bajos y, por lo general, trabajan de manera informal o es una  madre cabeza de familia que trabaja dos días o tres, un día aquí o allá, sin ninguna regularidad, por lo que constantemente recogen los niños mucho más tarde, incluso hasta a las 7 de la noche.

Aparte de tener a los niños se deben hacer actividades como: el manejo de esfínteres, buenos modales, se les debe enseñar a comer y masticar, también se les va quitando el tetero, actividades pedagógicas: qué día es hoy, cómo está el clima, juegos, canciones, enseñanza de os colores, anteriormente todo eso se hizo empíricamente porque la madre comunitaria no tenía una capacitación, algunas compañeras con más experiencia enseñaban a las más jóvenes.

C.B.E: ¿Qué tan preparadas están ustedes para cuidar niños?


O.H: En el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, la bandera de la primera infancia se volvió muy importante, porque vieron que de ahí se podían percibir recursos y ayudas internacionales, pero había críticas por la falta de preparación especializada de nosotras. Allí empezaron a implementar un programa paralelo al de las madres comunitarias llamado “De Cero a Siempre”. A las madres comunitarias se les propuso cambiarse al programa paralelo y a cambio de, aparentemente, mejores condiciones económicas, pero no tenían ninguna estabilidad. En su momento, se advirtió que el objetivo del Gobierno era acabar con el sindicato. Muchas compañeras se fueron y hoy por hoy no tienen ninguna vinculación laboral.

 Todo lo que las madres comunitarias tenemos ha sido a través de la lucha. Inicialmente daban cursitos muy limitados o capacitaciones en puestos de salud. Pero cuando se organizó el Sindicato a nivel nacional, se le propuso al Gobierno en el pliego de peticiones que nos dieran capacitaciones de calidad, con formación de licenciatura en una universidad. En el año 2010 se obligó al Gobierno y al ICBF a hacer convenios con el SENA y algunas universidades.  Muchas compañeras se formaron como Técnico en Primera Infancia del Sena y posteriormente se suscribió el convenio con la Universidad Uniminuto en Chinchiná y algunas compañeras nos encontramos en 5° semestre de formación profesional en pedagogía infantil. A través del convenio se logró más del 50% de descuento en matrícula y se proyecta que en  2 o 3 años se oferte el programa en la ciudad de Manizales.

C.B.E:¿Cuántos niños se cuidan en cada hogar, con qué horario y cuanto les pagan por cada uno?


O.H: Cada madre tiene 12 niños, 2 menores de 18 meses y en adelante niños de 2 a 4 años y 11 meses. A cada niño hay que tenerle papelería, ficha técnica, su registro,  estar pendientes de todas las vacunas, crecimiento y desarrollo, peso y talla y estimulación en plan casero. El horario, como se mencionó, es de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., pero muchas veces se extiende hasta las 7:00 p.m. Inicialmente las madres comunitarias recibían una bonificación muy baja por este cuidado, pero después de una lucha grande se logró la remuneración con el salario mínimo con las prestaciones de ley.

C.B.E: ¿Ustedes lucharon mucho tiempo porque se les vinculara mediante contrato laboral pues eran “contratistas independientes” ¿En qué va esa lucha?


O.H: Actualmente se recibe la remuneración de salario mínimo con prestaciones de ley como en un contrato laboral, pero desde el Sindicato se continúa exigiéndole al Gobierno Nacional la vinculación laboral directa con  el ICBF que es el verdadero patrón, son los que controlan, abre y cierran los hogares.

C.B.E: La directora del ICBF ha declarado a los medios de comunicación que la vinculación laboral de las madres comunitarias está expresamente prohibida por la ley ¿Cuál es la posición del Sindicato al respecto?


O.H: Lo que dice la ley es que se deben vincular profesionales y a través de concurso de méritos. Con este panorama, muchas madres no lo lograrían y el Gobierno ha dicho que sería una masacre laboral, nosotras decimos que todo este tiempo de trabajo empírico de la madre comunitaria y la experiencia de muchos años, y sin desconocer que hay que estudiar, se debe homologar a la formación profesional, así mismo las madres hemos expresado nuestra voluntad de formarnos profesionalmente y el Gobierno debe buscar las alternativas para ello.


C.B.E: ¿Qué compromisos le han conquistado al gobierno, que les han incumplido y que les falta?


O.H: Después de todos los logros obtenidos a través de la movilización, como el salario mínimo, la formación, el cobro de servicios públicos en estrato uno, el siguiente paso, que es el de este momento, es la alimentación de los niños, porque hubo un revolcón nacional con los operadores y la alimentación de los niños desmejoró enormemente, hay hogares comunitarios donde les entregan una panela para toda la semana para 12 niños, por ello, en la movilización de hace dos semanas se acordó con el Gobierno que se mejoraría la calidad de la dieta de los niños y que se haría la gestión ante el Ministerio de Hacienda para el faltante.

Otra de las exigencias pendientes, como ya se indicó, es el contrato laboral directo con el ICBF.

Finalmente, hay una lucha respecto a los espacios que exige hoy el Gobierno para el cuidado de los niños. Anteriormente, la casa de la madre comunitaria podría ser de cartón o de esterilla y hoy por hoy les exigen un espacio apropiado y las madres estamos de acuerdo con eso, le decimos al gobierno que reconocemos que las habitaciones o viviendas pequeñas no son aptas para la atención del niño, que necesita un buen espacio para su integralidad, por eso le proponemos al Gobierno que no se le cierre el hogar sino que se le colabore a la madre comunitaria y se generen las estrategias para mejoramiento de vivienda.

C.B.E: ¿Cómo está organizado el Sindicato a nivel nacional?


O.H: Sintracihobi es un solo sindicato con varias subdirectivas. En el momento hay 58 mil madres comunitarias y la gran mayoría están organizadas en el Sindicato a través de la subdirectiva.

C.B.E: Ustedes durante mucho tiempo laboraron sin que las vincularan a la seguridad social en pensiones ¿Es cierto que el gobierno les ofrece pensiones inferiores al mínimo legal?


O.H: Es cierto, es otra lucha que se está dando, las madres comunitarias no son culpables de que el Estado no las haya afiliado a una pensión y por esta razón empezamos a exigirle al gobierno y al ICBF, pensión para las madres comunitarias pero la ley no permite pensionar sin todas las semanas cotizadas. Por ello, propusieron un bono pensional que es prácticamente un bono del adulto mayor, que consiste en que, dependiendo de los años de trabajo, se les reconoce una suma de dinero, con 20 años de trabajo se les ofrece 400 mil pesos cada dos meses. Pero la madre no puede tener más propiedades que su casa y si el esposo es pensionado o tiene otros ingresos no puede obtener el bono pensional.

El sindicato se ha opuesto radicalmente a eso porque las madres comunitarias merecen su pensión como lo merece un obrero, un senador o un presidente. Además porque las madres comunitarias son trabajadoras hace más de 25 años.

C.B.E ¿Qué es un operador?

O.H: Ellos dicen que las madres comunitarias y los hogares pueden ser administrados por ONG, cooperativas, cajas de compensación a través de un contrato. En Manizales el principal operador es Coasobien que lleva varios años con este contrato. Los operadores administran todo el dinero para los hogares y la alimentación de los niños;  de ahí que la alimentación no sea de calidad y  las trabajadoras tengan una gran presión laboral. El ICBF se hace de la vista gorda y no le interesa nada de eso, estos contratos son una fuente de corrupción y de tráfico de influencias, es mucha politiquería. El operador recibe el dinero y ahí garantiza la alimentación y el salario de las madres comunitarias, por ello muchos operadores compran lo mínimo y lo más barato. El Estado lo sabe, pero les importa más el negocio politiquero que los niños y que las madres El año pasado Caldas reprobó en la alimentación de los niños porque los presupuestos que se usan no se usan como deben ser: por ejemplo el almuerzo de un niño puede ser: sopa de arroz con espaguettis, que es harina con harina, no hay criterios de nutrición, ahí se está luchando con el ICBF para hacer una minuta adecuada para los niños , esto es lo que más preocupa a las madres en este momento, la alimentación de los niños.

C.B.E ¿Qué responden Ustedes a las acusaciones de la directora del ICBF quién afirma que Ustedes atentan están atentando contra la niñez?


O.H: Primero que todo y con todo respeto, ella esta puesta por política y cuando no hay vocación no tiene nada que estar haciendo ahí. Es muy fácil hablar desde allá. Las madres comunitarias amamos nuestra labor por eso estamos aquí y queremos a nuestros niño que son niños son muy vulnerables, son como una plastilina, como una pizarra donde uno puede dibujar y formar. Sería muy bueno que a la directora le tocara trabajar por un día como madre comunitaria y conociera la labor tan importante que nosotros hacemos con la infancia.   


C.B.E ¿Cómo ven el apoyo que ustedes, como madres comunitarias, prestan a las madres de los niños para que ellas puedan trabajar y hacer otras actividades?


O.H Nosotras en nuestro trabajo tenemos algo que se llama escuela de padres. Nosotras hacemos un censo entre los 12 niños y se mira si hay niños con problemas de la casa, agresividad, malas palabras, desobediencia. Siempre se deben mirar las condiciones familiares de los niños. En la escuela de padres se prepara un tema afín a lo que se ve en los niños y se reúnen los padres 2 horas para darles una charla de tantas situaciones familiares que se les pueden presentar. No solo somos madres comunitarias, somos trabajadoras sociales, psicólogas, pedagogas que prestan todo tipo de apoyo a las familias.

C.B.E ¿Qué  mensaje le deja usted a la sociedad colombiana sobre la labor de las madres comunitarias” 



O.H Las madres comunitarias estamos conscientes del trabajo tan importante que cumplimos en la formación de los niños y con ellos es nuestro compromiso, estamos orgullosas de aportar nuestro granito de arena en la construcción de país y esperamos que a estos niños les toque una realidad mucho mejor que la que nos tocó a nosotros. 

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