Colectivo Betsabé Espinel

El colectivo Betsabé Espinel está conformado por mujeres y hombres que luchamos por la creación de las condiciones materiales, legales y culturales para que la mujer pueda desplegar sus cualidades y ejercer sus derechos.

Consideramos que la exigencia de políticas públicas necesarias para el avance significativo de los Derechos de la Mujer debe estar aunada a la exigencia de que nuestro país decida su destino sin la injerencia económica y política foránea, que hoy nos impone las políticas neoliberales, en este sentido, consideramos que las condiciones económicas actuales, castigan a toda la población colombiana pero en mayor medida a las mujeres.

Igualmente, propendemos por la solución democrática y civilizada de las controversias sociales, y condenamos el uso de la violencia.


domingo, 24 de abril de 2016


ENTREVISTA A OLGA HERRADA

PRESIDENTA SUBDIRECTIVA CALDAS- SINTRACIHOBI


Hace cerca de dos semanas se levantó la movilización de las madres comunitarias, que valerosamente reclamaron  al Gobierno Nacional y al ICBF por la  inoperancia en la atención a la infancia y el maltrato laboral a las 58.000 madres comunitarias en quienes descarga esa atención. El Colectivo Betsabé Espinel abre su espacio a Olga Herrada, presidenta de la Subdirectiva Caldas de Sintracihobi- Sindicato Nacional de Trabajadoras al Cuidado de la Infancia en Hogares de Bienestar para que nos explique a fondo  la situación.

Colectivo Bestabé Espinel CBE: ¿Cómo nació el programa de madres comunitarias?


Olga Herrada O.H.: Como bien sabemos hace 28 años se crearon los hogares comunitarios, en un momento en que el gobierno se quitó de encima esa responsabilidad y la delegó a las madres comunitarias. En ese entonces, nunca preguntaron si eran mujeres preparadas para atender niños y aun así decidieron que las madres atendieran a los niños en sus casas.

Nota del Colectivo: Antes del programa de madres comunitarias, existían los hogares infantiles con instalaciones equivalentes a las de un colegio, con personal especializado y contratado de manera indefinida y con las prestaciones de ley, estos programas fueron liquidados con la oleada neoliberal.

CBE: ¿Qué funciones cumplen las madres comunitarias?


O.H.: En la actualidad una madre comunitaria se levanta a las 4:00 a.m., porque a las 8:00 en punto debe tener todo hecho para recibir 12 niños: el desayuno, la fruta de las 10 a.m, el almuerzo, un algo que se les da a las 2:00 p.m. y la fruta de las 4:00 p.m. Los niños están en un horario de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. pero hay padres que trabajan en oficios varios, porque se atienden los estratos más bajos y, por lo general, trabajan de manera informal o es una  madre cabeza de familia que trabaja dos días o tres, un día aquí o allá, sin ninguna regularidad, por lo que constantemente recogen los niños mucho más tarde, incluso hasta a las 7 de la noche.

Aparte de tener a los niños se deben hacer actividades como: el manejo de esfínteres, buenos modales, se les debe enseñar a comer y masticar, también se les va quitando el tetero, actividades pedagógicas: qué día es hoy, cómo está el clima, juegos, canciones, enseñanza de os colores, anteriormente todo eso se hizo empíricamente porque la madre comunitaria no tenía una capacitación, algunas compañeras con más experiencia enseñaban a las más jóvenes.

C.B.E: ¿Qué tan preparadas están ustedes para cuidar niños?


O.H: En el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, la bandera de la primera infancia se volvió muy importante, porque vieron que de ahí se podían percibir recursos y ayudas internacionales, pero había críticas por la falta de preparación especializada de nosotras. Allí empezaron a implementar un programa paralelo al de las madres comunitarias llamado “De Cero a Siempre”. A las madres comunitarias se les propuso cambiarse al programa paralelo y a cambio de, aparentemente, mejores condiciones económicas, pero no tenían ninguna estabilidad. En su momento, se advirtió que el objetivo del Gobierno era acabar con el sindicato. Muchas compañeras se fueron y hoy por hoy no tienen ninguna vinculación laboral.

 Todo lo que las madres comunitarias tenemos ha sido a través de la lucha. Inicialmente daban cursitos muy limitados o capacitaciones en puestos de salud. Pero cuando se organizó el Sindicato a nivel nacional, se le propuso al Gobierno en el pliego de peticiones que nos dieran capacitaciones de calidad, con formación de licenciatura en una universidad. En el año 2010 se obligó al Gobierno y al ICBF a hacer convenios con el SENA y algunas universidades.  Muchas compañeras se formaron como Técnico en Primera Infancia del Sena y posteriormente se suscribió el convenio con la Universidad Uniminuto en Chinchiná y algunas compañeras nos encontramos en 5° semestre de formación profesional en pedagogía infantil. A través del convenio se logró más del 50% de descuento en matrícula y se proyecta que en  2 o 3 años se oferte el programa en la ciudad de Manizales.

C.B.E:¿Cuántos niños se cuidan en cada hogar, con qué horario y cuanto les pagan por cada uno?


O.H: Cada madre tiene 12 niños, 2 menores de 18 meses y en adelante niños de 2 a 4 años y 11 meses. A cada niño hay que tenerle papelería, ficha técnica, su registro,  estar pendientes de todas las vacunas, crecimiento y desarrollo, peso y talla y estimulación en plan casero. El horario, como se mencionó, es de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., pero muchas veces se extiende hasta las 7:00 p.m. Inicialmente las madres comunitarias recibían una bonificación muy baja por este cuidado, pero después de una lucha grande se logró la remuneración con el salario mínimo con las prestaciones de ley.

C.B.E: ¿Ustedes lucharon mucho tiempo porque se les vinculara mediante contrato laboral pues eran “contratistas independientes” ¿En qué va esa lucha?


O.H: Actualmente se recibe la remuneración de salario mínimo con prestaciones de ley como en un contrato laboral, pero desde el Sindicato se continúa exigiéndole al Gobierno Nacional la vinculación laboral directa con  el ICBF que es el verdadero patrón, son los que controlan, abre y cierran los hogares.

C.B.E: La directora del ICBF ha declarado a los medios de comunicación que la vinculación laboral de las madres comunitarias está expresamente prohibida por la ley ¿Cuál es la posición del Sindicato al respecto?


O.H: Lo que dice la ley es que se deben vincular profesionales y a través de concurso de méritos. Con este panorama, muchas madres no lo lograrían y el Gobierno ha dicho que sería una masacre laboral, nosotras decimos que todo este tiempo de trabajo empírico de la madre comunitaria y la experiencia de muchos años, y sin desconocer que hay que estudiar, se debe homologar a la formación profesional, así mismo las madres hemos expresado nuestra voluntad de formarnos profesionalmente y el Gobierno debe buscar las alternativas para ello.


C.B.E: ¿Qué compromisos le han conquistado al gobierno, que les han incumplido y que les falta?


O.H: Después de todos los logros obtenidos a través de la movilización, como el salario mínimo, la formación, el cobro de servicios públicos en estrato uno, el siguiente paso, que es el de este momento, es la alimentación de los niños, porque hubo un revolcón nacional con los operadores y la alimentación de los niños desmejoró enormemente, hay hogares comunitarios donde les entregan una panela para toda la semana para 12 niños, por ello, en la movilización de hace dos semanas se acordó con el Gobierno que se mejoraría la calidad de la dieta de los niños y que se haría la gestión ante el Ministerio de Hacienda para el faltante.

Otra de las exigencias pendientes, como ya se indicó, es el contrato laboral directo con el ICBF.

Finalmente, hay una lucha respecto a los espacios que exige hoy el Gobierno para el cuidado de los niños. Anteriormente, la casa de la madre comunitaria podría ser de cartón o de esterilla y hoy por hoy les exigen un espacio apropiado y las madres estamos de acuerdo con eso, le decimos al gobierno que reconocemos que las habitaciones o viviendas pequeñas no son aptas para la atención del niño, que necesita un buen espacio para su integralidad, por eso le proponemos al Gobierno que no se le cierre el hogar sino que se le colabore a la madre comunitaria y se generen las estrategias para mejoramiento de vivienda.

C.B.E: ¿Cómo está organizado el Sindicato a nivel nacional?


O.H: Sintracihobi es un solo sindicato con varias subdirectivas. En el momento hay 58 mil madres comunitarias y la gran mayoría están organizadas en el Sindicato a través de la subdirectiva.

C.B.E: Ustedes durante mucho tiempo laboraron sin que las vincularan a la seguridad social en pensiones ¿Es cierto que el gobierno les ofrece pensiones inferiores al mínimo legal?


O.H: Es cierto, es otra lucha que se está dando, las madres comunitarias no son culpables de que el Estado no las haya afiliado a una pensión y por esta razón empezamos a exigirle al gobierno y al ICBF, pensión para las madres comunitarias pero la ley no permite pensionar sin todas las semanas cotizadas. Por ello, propusieron un bono pensional que es prácticamente un bono del adulto mayor, que consiste en que, dependiendo de los años de trabajo, se les reconoce una suma de dinero, con 20 años de trabajo se les ofrece 400 mil pesos cada dos meses. Pero la madre no puede tener más propiedades que su casa y si el esposo es pensionado o tiene otros ingresos no puede obtener el bono pensional.

El sindicato se ha opuesto radicalmente a eso porque las madres comunitarias merecen su pensión como lo merece un obrero, un senador o un presidente. Además porque las madres comunitarias son trabajadoras hace más de 25 años.

C.B.E ¿Qué es un operador?

O.H: Ellos dicen que las madres comunitarias y los hogares pueden ser administrados por ONG, cooperativas, cajas de compensación a través de un contrato. En Manizales el principal operador es Coasobien que lleva varios años con este contrato. Los operadores administran todo el dinero para los hogares y la alimentación de los niños;  de ahí que la alimentación no sea de calidad y  las trabajadoras tengan una gran presión laboral. El ICBF se hace de la vista gorda y no le interesa nada de eso, estos contratos son una fuente de corrupción y de tráfico de influencias, es mucha politiquería. El operador recibe el dinero y ahí garantiza la alimentación y el salario de las madres comunitarias, por ello muchos operadores compran lo mínimo y lo más barato. El Estado lo sabe, pero les importa más el negocio politiquero que los niños y que las madres El año pasado Caldas reprobó en la alimentación de los niños porque los presupuestos que se usan no se usan como deben ser: por ejemplo el almuerzo de un niño puede ser: sopa de arroz con espaguettis, que es harina con harina, no hay criterios de nutrición, ahí se está luchando con el ICBF para hacer una minuta adecuada para los niños , esto es lo que más preocupa a las madres en este momento, la alimentación de los niños.

C.B.E ¿Qué responden Ustedes a las acusaciones de la directora del ICBF quién afirma que Ustedes atentan están atentando contra la niñez?


O.H: Primero que todo y con todo respeto, ella esta puesta por política y cuando no hay vocación no tiene nada que estar haciendo ahí. Es muy fácil hablar desde allá. Las madres comunitarias amamos nuestra labor por eso estamos aquí y queremos a nuestros niño que son niños son muy vulnerables, son como una plastilina, como una pizarra donde uno puede dibujar y formar. Sería muy bueno que a la directora le tocara trabajar por un día como madre comunitaria y conociera la labor tan importante que nosotros hacemos con la infancia.   


C.B.E ¿Cómo ven el apoyo que ustedes, como madres comunitarias, prestan a las madres de los niños para que ellas puedan trabajar y hacer otras actividades?


O.H Nosotras en nuestro trabajo tenemos algo que se llama escuela de padres. Nosotras hacemos un censo entre los 12 niños y se mira si hay niños con problemas de la casa, agresividad, malas palabras, desobediencia. Siempre se deben mirar las condiciones familiares de los niños. En la escuela de padres se prepara un tema afín a lo que se ve en los niños y se reúnen los padres 2 horas para darles una charla de tantas situaciones familiares que se les pueden presentar. No solo somos madres comunitarias, somos trabajadoras sociales, psicólogas, pedagogas que prestan todo tipo de apoyo a las familias.

C.B.E ¿Qué  mensaje le deja usted a la sociedad colombiana sobre la labor de las madres comunitarias” 



O.H Las madres comunitarias estamos conscientes del trabajo tan importante que cumplimos en la formación de los niños y con ellos es nuestro compromiso, estamos orgullosas de aportar nuestro granito de arena en la construcción de país y esperamos que a estos niños les toque una realidad mucho mejor que la que nos tocó a nosotros. 

domingo, 10 de abril de 2016

BETSABÉ ESPINEL

Fue una líder obrera nacida en Bello- Antioquia en 1886. Dirigió la primera huelga de mujeres trabajadoras de industrial textil a inicios del S. XX en Colombia. Sobre su vida se encuentran pocas referencias, pero se sabe que, a pesar de no haber accedido a educación formal, sabía leer y escribir. Esto muestra que, cuando las mujeres acceden a ciertas condiciones favorables pueden alcanzar protagonismo público y dirigir acciones importantes para la vida social, política y económica.  


Contexto.

A inicios del S. XX, la naciente industria manufacturera en Colombia tenía como centro al departamento de Antioquia, donde se empleaban mujeres y niños como mano de obra barata, según el modelo establecido a partir de la Revolución Industrial en Europa un siglo atrás.
En 1907 fue el comienzo de la historia de la industria con la creación de las primeras empresas de tejidos: Fábrica de Hilados y Tejidos El Hato (Fabricato-Tejicondor), Compañía de Tejidos de Bello, Tejidos Medida, Fábrica de Tejidos Hernández y Compañía Colombiana de Tejidos (Coltejer). En 1920 las mujeres, que por cierto no tenían derecho al voto, eran la mayor proporción de mano de obra fabril y, por ejemplo, en plantas textiles del Valle de Aburrá representaban el 79% de la fuerza laboral.

Las mujeres participantes de la Huelga contra la Fábrica de Tejidos de Bello eran católicas practicantes, dirigidas por el Patronato obrero de la Iglesia Católica, el cual daba hospedaje, alimentos y alimentación a mujeres y niñas del campo para su ingreso a las industrias y la Policía de Fábricas, en el marco del  proyecto desarrollado en 1918 con tres objetivos: moralidad, higiene y protección de derechos de patronos y obreros. Se concluye que la principal causa de la huelga fueron las terribles condiciones laborales de las mujeres allí contratadas, quienes en defensa de su dignidad decidieron iniciar la primera huelga obrera de mujeres del país.

“La historia dice que entre 1919 y 1920 hubo en Colombia 33 paros de trabajadores que buscaban mejorar sus condiciones laborales. Pero eran paros desorganizados, más cercanos a la asonada y el motín, porque para entonces el sindicalismo apenas se estaba formando. Los paros más sonados fueron los de los artesanos de Bogotá, los mineros de Segovia, los ferroviarios del Magdalena, y los sastres y zapateros de Medellín, Caldas, Manizales y Bucaramanga. O sea todas protagonizados por hombres, porque era inconcebible un paro de mujeres”. (Tomado de “Crónica de los días en que 400 obreras al mando de Bestabé Espinal realizaron la primera huelga obrera en Bello, Antuioquia” Por Ricardo Aricapa, 7 de mayo de 2013)


Condiciones de las obreras en la Fábrica de Tejidos de Bello.

Las principales causas de la huelga fueron los casos de abuso sexual;  las multas por llegar tarde, por equivocarse en la labor y por enfermarse; una jornada entre 12 y 14 horas diarias; las pésimas condiciones físicas de los galpones de trabajo; la obligación de asistir descalzas; las requisas indignantes a la salida de la fábrica y el trato denigrante por parte de algunos guardianes.

La Huelga.

El 13 de febrero de 1920, el diario antioqueño El Correo Liberal destacaba en un titular de primera página, una huelga que se había declarado en la fábrica de Tejidos de Bello.
El 12 de febrero de 1920, 400 obreras de la  Fábrica de Tejidos de Bello subsidiaria de la Compañía Antioqueña de Tejidos, declararon la huelga por las condiciones antes señaladas, reclamando condiciones dignas de trabajo, aumento de salario y el despido de los guardianes abusadores con su condición de mujeres. A la cabeza de la huelga, estuvo Bestabé, acompañada por Trina Tamayo, Adelina González, Carmen Agudelo y Teresa Piedrahíta. 

Duró 21 días, durante los cuales se ganaron la simpatía de los medios y de la sociedad antioqueña, que conformaron un Comité de Solidaridad que recogió víveres y una importante suma de dinero en apoyo a la causa de las trabajadoras. En el diario “El Espectador” de la época se leía: “Honor a esos cientos de mujercitas que han tenido la locura galante y fértil de confrontar la resistencia y furia del capital, sin más equipaje que una buena porción de rebelión y dignidad… Cómo no secundarlas si son heraldos de una provechosa transformación social, si pueden ser las primeras víctimas ineludibles de toda revolución que se inicia”. Y en otra crónica se describió el ambiente festivo que se vivía en torno a la fábrica de Bello, donde se veía “cuadros pintorescos de grandes grupos de obreras y obreros que cantan, bailan, juegan y dan vivas a la huelga, mientras los policías que vigilan están tan desocupados como ellos”.

La huelga dirigida por Betsabé Espinel fue un acontecimiento de gran importancia, no solo en el contexto de la vida política de Antioquia sino de toda Colombia, cuando la mujer no contaba ni siquiera con el derecho al voto y ni siquiera estaba reglamentado el contrato laboral ni el derecho laboral colectivo.

Logros  e impactos de la huelga.

Finalmente la empresa accedió a negociar con las huelguistas quienes lograron abordar todas las peticiones presentadas a la empresa, a saber:
Aumento del 40% del salario.
Regulación del sistema de multas. 
Jornada laboral de 10 horas y más tiempo para el almuerzo.
Permiso para ir calzadas a la fábrica.
Despido del “acosador” Velásquez y los dos odiados administradores.


Reivindicación del papel y la dignidad de la mujer.

Hubo un reconocimiento popular a estas valientes mujeres, quienes fueron recibidas por una multitud de 3 mil personas que las acompañaron en el trayecto y se hicieron varios homenajes a Bestabé Espinel y demás líderes de la protesta.

Paralelamente a la huelga de Bello se iniciaron 3 huelgas de paileros, carpinteros y braceros en Barranquilla. En Bogotá, otros grupos de mujeres se inspiraron en la hazaña, para adelantar sus propios movimientos, como el de las capacheras y las telefonistas.

También al ejemplo de las huelguistas de Bello se debe el paro que en 1929 protagonizaron 186 obreras de la fábrica Rosellón, en Envigado, para protestar por la rebaja de salarios y para exigir la destitución de algunos administradores abusivos.

Nota 1. Ya que hay una discusión con su apellido, en el Colectivo, nos casamos con el nombre Betsabé Espinel a pesar de que es mayormente conocida como Bestabé Espinal.


Nota 2. La distracción de las potencias en la primera guerra mundial favoreció el surgimiento de industria nacional vinculando a las mujeres como obreras asalariadas.   

domingo, 3 de abril de 2016

Retos de la mujer en el mundo científico

Tomado de: Red Iberoamericana de Divulgación Científica. 


"Me decían que las ingenierías eran para hombres": Cecilia Pérez


27 de marzo de 2016

Por Israel Pérez Santiago de Querétaro, Querétaro. (Agencia Informativa Conacyt).- Cecilia Pérez Zárate es una estudiante de la carrera de nanotecnología en la Universidad Tecnológica de Querétaro (Uteq). Su interés por investigar e innovar le ha representado superar numerosos retos tanto en lo académico como en lo familiar y social, en especial por los estigmas todavía existentes en México que llegan a limitar la integración de las mujeres en el desarrollo de ciencia y tecnología

En el marco del Día Internacional de la Mujer, Pérez Zárate compartió sus experiencias a la Agencia Informativa Conacyt, y expuso su inquietud por generar un cambio de paradigma que permita a las mujeres una mayor inserción en los ámbitos científicos y tecnológicos en todos los niveles.

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo se generó tu interés por la ciencia y la tecnología?

Cecilia Pérez Zárate (CPZ): Estudié el bachillerato técnico en puericultura en el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios 118; mi idea era después entrar a medicina, pero una maestra de matemáticas me dejó la inquietud de estudiar una ingeniería. Fue cuando conocí la carrera de nanotecnología y me llamó mucho la atención porque es interdisciplinaria, puedes innovar, desarrollar tecnología, participar en proyectos nacionales e internacionales y, sobre todo, te da la posibilidad de ofrecer alternativas para solucionar problemas; todo eso me llamó mucho la atención.
Cuando le compartí a mi familia que quería estudiar nanotecnología me dijeron: “¡Te vas a morir de hambre!”. Por ser mujer y por tradición familiar, me trataron de convencer de que estudiara para maestra, afortunadamente mi papá me apoyó en todo momento y me impulsó a dedicarme a lo que yo quisiera. Aun así era complicado, porque al resto de mi familia le parecía extraño que buscara ser ingeniera, por ese prejuicio que se tiene todavía de que las ingenierías son carreras “para hombres”.

AIC: En ese contexto, ¿cómo ha sido tu desarrollo en la carrera?

CPZ: Tuve la oportunidad de asistir al Verano de Física Avanzada del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) donde conocí al doctor Rafael Baquero, que nos habló acerca de la superconductividad y su relación con la nanotecnología; fue ahí cuando me enamoré de mi carrera y de la investigación.

En segundo cuatrimestre me integré con un grupo de estudiantes para desarrollar un proyecto de celdas fotovoltaicas, participando en la convocatoria de Jóvenes Talentosdel Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para poder atraer recursos. Lo que queríamos lograr era imprimir, mediante métodos comunes como el láser o inyección de tinta, celdas fotovoltaicas flexibles fabricadas con pigmentos naturales (provenientes de la zarzamora, frambuesas y betabeles), con el fin de desarrollar un dispositivo que se pudiera adherir a los teléfonos celulares para sustituir el trinitrotolueno.

Siempre he buscado profundizar mis conocimientos, asistiendo a congresos e involucrándome directamente con desarrolladores de tecnología, como los doctores Minerva Robles Agudo, que es una catedrática Conacyt en la Uteq, e Ignacio Rojas Rodríguez, con ellos pude trabajar en un proyecto en el área de materiales con el que se desarrolló una mesa para radiometría térmica, que se trabajó junto con el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Gracias a ese proyecto tuve la oportunidad de hacer mi estadía en el extranjero, en el Ivy Tech Community College que está ubicado en Indiana, Estados Unidos, donde estuve cuatro meses, para realizar pruebas tipo Charpy a diferentes temperaturas en acero y conocer la transición del material a diferentes temperaturas. Esa fue solo una pequeña parte de la investigación.

AIC: De acuerdo con el contexto que nos mencionaste, ¿cómo tomó tu familia la noticia de que ibas a viajar al extranjero?

CPZ: Cuando le informé a la familia mi inquietud de irme al extranjero no estuvieron muy de acuerdo pero, nuevamente, mi papá me apoyó, como siempre en todas mis decisiones. Mis abuelos aseguraban que por ser mujer no debía viajar sola y mucho menos a otro país; había una resistencia de su parte por dejarme ir que incluso me hizo dudar en el último momento y me generó cierto temor, pero logré superarlo.

Llegando allá me di cuenta que estaba sola y que así debía enfrentar cosas, como el choque cultural y la interacción con personas de diferentes países. Yo me fui de México con otros compañeros, puros hombres, lo que en un principio resultó complicado porque en el entorno tradicional son los hombres los que viajan al extranjero a estudiar y no las mujeres, pero afortunadamente nos adaptamos muy bien. Allá me di cuenta también que en otros países es más común la mentalidad de que las mujeres se involucren en el trabajo científico y buscan que te adaptes lo más rápido posible para que no te deprimas, porque han visto que eso es algo muy común en las mujeres mexicanas, principalmente por el tradicional apego que tienen al hogar.

Tras mi regreso a México me integré a la Uteq en la Dirección de Innovación y Desarrollo Tecnológico (Didet). Actualmente trabajo en una propuesta para organizar un concurso de ciencias que genere proyectos para que estudiantes de nivel básico, medio superior y superior participen en la ExpoCiencias Bajío.

AIC: Con tu experiencia personal y profesional, ¿qué crees se debe hacer para promover la inserción de las mujeres en la ciencia y tecnología?

CPZ: En México es necesario que se implementen proyectos y programas enfocados en el nivel básico, incluso desde preescolar, para generar un cambio de paradigma y en la mentalidad, sobre todo de las niñas, para generarles el interés por la ciencia y tecnología y que busquen impactar en su entorno. La inserción de las mujeres en la ciencia debe ser una pauta para el desarrollo en nuestro país. Tenemos la misma capacidad que los hombres para realizar proyectos e innovar.
También es importante que las mujeres por sí mismas rompan sus propios paradigmas; podemos combinar la profesión científica con aspectos personales como el matrimonio o la maternidad; cuesta trabajo porque se rompen estructuras, pero desde el momento en que decides estudiar un área del conocimiento, donde de entrada no se cumple con los estándares sociales, te planteas un nuevo reto.
Es cierto que los ambientes culturales y socioeconómicos influyen, pero querer es poder; si una persona tiene bien claros sus objetivos, los va a cumplir. A futuro yo me visualizo en un posdoctorado en el extranjero, y después, terminando esa etapa, tener familia para consolidar un nuevo pilar en mi vida. También he tratado de fomentar que las jóvenes de mi entorno se interesen en convocatorias que les permitan vivir esa experiencia. Lo he visto con mis primas más pequeñas, que al verme ya se interesan en estudiar y viajar al extranjero, donde todavía se observa el estigma de que el mexicano solo come tacos y toma alcohol, y que las mujeres mexicanas solo están en su casa, haciendo los tacos y teniendo hijos.

Noticias- Ejemplar fallo contra la violencia económica.

Tomado de Revista Semana. 2016/03/16

La ley establece que la violencia intrafamiliar no sólo se produce por golpizas e insultos, sino también por presiones económicas.
La Corte Constitucional acaba de emitir un trascendental fallo que protege a las mujeres que son vejadas por la dependencia económica que tienen de sus parejas.
Con ponencia del magistrado Luis Ernesto Vargas, el alto tribunal determinó que la violencia económica también puede ser causal de divorcio. Eso obliga a quienes la ejerzan a responder por una cuota alimentaria de la que podrá disfrutar su expareja, una vez disuelta la sociedad conyugal.
En todo un infierno se convirtió la vida de una mujer de Bogotá, desde el momento en el que contrajo nupcias. Ya se separó, pero en su momento, las golpizas, gritos, malas palabras y hasta burlas de las que era blanco por parte de su compañero se le convirtieron en el pan de cada día.
Tal vez de dientes para afuera, la solvencia económica del marido pudo haber reflejado tranquilidad, estabilidad y otros valores que casi siempre persiguen las parejas que deciden tener una vida común. Pero hasta eso se había convertido en un problema para esta mujer. Se volvió completamente dependiente del esposo desde el punto de vista económico, mucho más después de que él le impidiera trabajar.
Durante años soportó agresiones y amenazas, sin tener a quién acudir. Luego, para completar, el esposo no tuvo el menor reparo en dejar de pagar los servicios, dejar de comprar el mercado e impedir que se proveyera de los elementos básicos que su compañera sentimental requería para el sustento diario.
Según el testimonio de la mujer, su marido dejó de pagar el gas, el agua, la electricidad y el teléfono. Se llevó todos los carros de la casa, rompió todas las chapas y hasta la dejó sin los cuadros con los que adornaba la vivienda.
Pero como no hay mal que dure cien años, la víctima decidió hablar. Denunció a su marido ante la Fiscalía General de la Nación e inició un proceso de divorcio ante un juez civil de Bogotá.
En el primer frente, la justicia le dio la razón y su marido fue condenado a seis años de cárcel por maltrato intrafamiliar. El asunto de la separación, por el contrario, se convirtió en otro dolor de cabeza.
Teniendo en cuenta que la Ley obliga a que el causante del divorcio responda por una cuota alimentaria mensual a favor de su expareja, la demandante esperaba que su marido pagara con creces el mucho sufrimiento que le causó y se le condenara al pago de una mesada equivalente a los 10 millones de pesos.
Ello no ocurrió. El Tribunal Superior de Bogotá negó el pago de la cuota al concluir que el maltrato era mutuo solamente porque durante un viaje a Villa de Leyva (Boyacá), la mujer, hasta la coronilla de tanta barbarie, le lanzó un secador.
Dispuesta a no desfallecer en su intento de cobrarle a su expareja tantos años de padecimientos, interpuso una acción de tutela que fue escogida para revisión de la Corte Constitucional. Con ponencia del magistrado Luis Ernesto Vargas Silva, esa corporación amparó los derechos de la tutelante.
Para la Corte, es inexplicable que el testimonio de la hija sobre el trato que su padre le daba a su madre y el sinnúmero de pruebas que demostraban que la relación se convirtió en un monólogo de ultraje contra la demandante hayan sido insuficientes para el tribunal.
No se explica cómo pudo pesar mas una respuesta airada y aislada de una mujer desesperada por semejante horror que una condena por maltrato intrafamiliar para exonerar al esposo de culpa por el divorcio.
“La violencia fue imperceptible y silenciosa a la luz de las autoridades y de la comunidad. Por su poder económico sobre la víctima, adecuó su comportamiento financiero para hacerla dependiente de sus decisiones”, concluyó el alto tribunal.
Aunque es cada vez menos frecuente, en Colombia siguen siendo numerosos los casos en los que las mujeres son víctimas de chantaje por parte de sus esposos, de quienes dependen económicamente. Esta decisión invita a esas mujeres a que inicien procesos de divorcio por violencia.

Sección de Noticias- Mujeres destacadas

MUJERES DESTACADAS EN LA CIENCIA

Ellas fueron algunas de las primeras mujeres destacadas en la ciencia: 

Tomado de: "Ellas fueron las primeras" Patricia Rodríguez. www.principia.io.



Elena Lucrezia Cornaro-Piscopia (1646-1684)

Primera mujer en doctorarse en Europa. 


A sus 7 años ya hablaba griego, latín, castellano, francés, hebreo, árabe y caldeo.

"Elena aspiraba a tener un doctorado en teología pero las autoridades eclesiásticas no podían permitirlo porque eso le daría automáticamente el derecho a predicar. A pesar de que ella renunció por escrito a tal derecho, la oposición del clero era firme. Sin embargo, le ofrecieron la posibilidad de doctorarse en filosofía. En este caso todo fue distinto. Su disertación se iba a celebrar en el salón de actos de la universidad pero debido a la gran afluencia de gente que se congregó para escucharla tuvieron que trasladarse a la catedral de la ciudad. Durante una hora y en latín clásico, Elena explicó pasajes de Aristóteles que presentaban gran dificultad. La exposición sorprendió y maravilló a sus examinadores, con lo que la obtención del título de doctorado en filosofía en 1678 fue pan comido para ella".

Laura Maria Caterina Bassi (1711-1778)

Primera mujer en dar clases en una universidad oficialmente. 


  
"A pesar de conseguir una cátedra de filosofía en la Universidad de Bolonia, se consideraba indecoroso que una mujer diera clase en un aula llena de hombres, por lo que el Senado de Bolonia solo le permitía ejercer como profesora bajo su mandato o dar conferencias en eventos solemnes, donde las mujeres eran invitadas".

"La fama y el reconocimiento le llegaron de la mano de la física. Dado que no podría ejercer como docente, montó su propio laboratorio experimental en casa para estudiar fenómenos eléctricos. Este laboratorio se convirtió en lugar de reunión para la comunidad científica europea. Su habilidad para explicar la física experimental era portentosa y Laura Bassi se convirtió en un personaje muy importante en la difusión de la física newtoniana y los principios de Franklin en toda Italia".


 Maria Sybilla Merian (1647-1717)


Primera entomóloga reconocida en la historia. 


Tuvo una gran contribución en el establecimiento de las bases de la entomología. 

"A lo largo de su vida fue capaz de describir los ciclos de vida de 186 especies de insectos a través de una investigación empírica exhaustiva. Además, publicaba sus trabajos en alemán, no en latín, como era habitual en la comunidad científica de la época, lo que permitió una mayor difusión de su obra entre la sociedad". 

Caroline Herschel (1750-1848)

Primera mujer en recibir remuneración por su trabajo científico y la primera en hacerlo en Inglaterra. 


"Caroline Herschel descubrió varios cometas y describió la posición de más de 2500 nebulosas, además de ayudar a su hermano William en el descubrimiento del planeta Urano. Su trabajo en la descripción del cielo nocturno es un legado que perdura hasta nuestros días"

Maria Elena Maseras (1853-1905)

Primera mujer que se matriculó en una universidad española. 


Hasta el 8 de marzo de 1910 las mujeres no pudieron acceder a la universidad en igualdad de condiciones en España. 


Estudio "En 1872 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona gracias a un permiso especial del rey Amadeo de Saboya. No fue ella la primera en asistir como alumna, porque cuenta la tradición que, antes que ella, Concepción Arenal se disfrazó de hombre para poder estudiar Derecho en la Universidad Central de Madrid".

"
En 1878, cuando Maria Elena solicitó el título a las autoridades educativas, empezaron los problemas. Primero le negaban el derecho al título por el hecho de ser mujer. Después se lo concedieron pero sin permitirle ejercer su profesión. La administración decidió prohibir en ese momento la matrícula de las mujeres en la educación superior para evitar esta situación, pero las mujeres perseveraron y finalmente en 1888 tuvieron que permitir a las jóvenes el acceso a todos los niveles educativos, aunque en enseñanza no oficial. Esta circunstancia se prolongó hasta 1910, fecha en que la mujer española pudo por fin matricularse libremente en la universidad y en enseñanza oficial".